Hoy, 4 de junio, unos 13.500 trabajadores de Lidl se suman a la huelga contra la empresa por la inexistencia de protocolos de prevención para «iniciar la actividad segura» en secciones recién abiertas la público, o por el incumplimiento del acuerdo firmado entre las partes a principios del estado de alarma.
En el acuerdo, la empresa se había comprometido a pagar las horas extra al 150% como reconocimiento al «sobresfuerzo que está realizando la plantilla», pero la promesa nunca se cumplió.
CCOO asgura que la empresa ha roto por completo el diálogo y se niega a «abordar hasta la cuestiones más básicas», negando sistemáticamente los hechos «y sin ninguna voluntad de llegar a acuerdos». Así, los sindicatos han anunciado la huelga para el 4 de junio, es decir, hoy.
Entre las cuestiones ignoradas, se encuentra el aumento de vigilancia en las tiendas y de las horas de contrato para equilibrar la carga de trabajo, la aplicación de un protocolo para la venta de productos textiles, o la condonación de las horas negativas.
“Nos costó sudor y lágrimas convencerles para que pusieran seguridad en la entrada, que gestionara el aforo, ya que los compañeros y compañeras tenían miedo de tener las tiendas llenas, sin ningún control. Nos costó un mundo que instalaran pantallas en las cajas, que permitieran el uso de mascarillas y guantes y después que se dignaran a mandarlos a tienda”, denuncian desde los sindicatos.