La sentencia dictada por la Audiencia de Palma condena al hombre de 75 años a seis años de cárcel, pero es suspendida a cambio de una multa de 1800 euros y un curso de educación sexual.
Sus víctimas eran sus propias nietas, en edades que comprendían los 9, 12 y 15 años. Los abusos tenían lugar durante las noches, mientras la madre de las niñas buscaba trabajo.
El abuelo fue acusado de espiar a las niñas mientras se cambiaban, besarles en la boca y hacerles tocamientos. Les enseñaba vídeos porno, hacía tocamientos en genitales y pecho, todo con la excusa de hacerles un masaje o cosquillas.
En un principio la Fiscalía solicitaba 15 años de cárcel, pero se esgrime como atenuantes la confesión del hombre y su edad avanzada, junto el haber indemnizado previamente al juicio a sus nietas con 6000 euros.