La exportavoz del Partido Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, reprochó el pasado miércoles a la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, que haya defendido en el Pleno la «libertad de expresión» del diputado de ERC, Gabriel Rufián, al vetar sus acusaciones contra el vicepresidente y líder de Podemos, Pablo Iglesias, al que llamó «hijo de terrorista».
La diputada y marquesa de Casa Fuerte ha comparado este incidente con el que protagonizó el pasado mes de mayo, cuando afirmó que las declaraciones contra Iglesias están fundamentadas porque él mismo reconoció en un artículo que su padre militó en el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP).
Lejos de rectificar o disculparse, ha insistido en vincular a Podemos con el terrorismo afirmando que «el PSOE es el tonto útil en manos de formaciones como Bildu, que ha estado matando hasta hace poco, y de la heredera del Grapo, que es Podemos, y de los golpistas de Cataluña».