Se aproximan las fiestas de Carnaval, y con ello, la polémica con los tradicionales «disfraces sexys». El sindicato de enfermería Satse ha decidido intentar poner fin a décadas de aguantar el cliché sexista de estos trajes, los cuales rebajan a la mujer a un simple «objeto sexy».
El sindicato pidió a la población que los disfraces que se usen en estos Carnavales «no hieran la sensibilidad y dignidad de otras personas», lo que sucede con las versiones «sexys» de ciertos atuendos.
Además de dirigirse a la población, Satse también denunció cómo las grandes empresas facilitan estos materiales, y aseguró que almacenes como Alcampo, El Corte Inglés o Carrefour ya se han comprometido a dejar de venderlos.
El sindicato rogó a los ciudadanos que usen «atuendos que no perpetúen falsos clichés sexistas que denigran a la mujer y que constituyen un claro retroceso para su desarrollo personal y profesional».