El juez encargado de este horrendo caso, aseguró que «es uno de los peores, si no el peor acto de negligencia que he juzgado en años».
Y no es para menos. Katie Louise Oldrige, una mujer de Hull, Reino Unido, dejó a su perro Frank 34 días solo en casa sin comida ni agua hasta que el animal murió por inanición. Fueron las autoridades quienes encontraron sin vida al Bull Terrier cubierto de heces secas.
Jilly Dickinson, inspectora de una asociación británica a favor del bienestar animal y directora de esta investigación, describió la escena: «Encontré una lata de comida para perros en la encimera de la cocina, que contenía restos mohosos de comida en el fondo, y una caja vacía de golosinas para perros, que parecía contener heces. Había un olor abrumador a heces y a carne en descomposición en la propiedad», explicó.
Cuando el inspector colocó el cuerpo de Frank en una bolsa de pruebas, cientos de gusanos vivos cayeron del interior de su cabeza podrida. Oldrige ha sido condenada por dos delitos de maltrato animal en el Tribunal de Magistrados de Hull el 25 de agosto.
Katie asegura que le dejó un cuenco de agua, pero no se encontró comida al alcance de el perro cuando ella lo abandonó. El veterinario encargado del caso concluyó que el animal sufrió durante varias semanas antes de su muerte.
