La Comisión Europea ha abierto este jueves sendos expedientes sancionadores contra Hungría y Polonia por aprobar leyes que violan los derechos fundamentales de las personas LGTBIQ. El primero se debe a la norma que prohíbe hablar de sexualidad en los centros educativos y el segundo por decretar «zonas sin ideología LGTB».
El procedimiento de infracción comienza con una carta de emplazamiento que explica las razones de la preocupación de Bruselas a las autoridades nacionales y les da un plazo de dos meses para solucionar la situación. En caso de que no se resuelva el conflicto en esta primera fase, se producirá una segunda etapa de diálogo y, en última instancia, el Gobierno comunitario podría llevar los casos ante el Tribunal de Justicia de la UE.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya tachó de «vergüenza» la reforma del Gobierno húngaro de Viktor Orban que, bajo el paraguas de una ley contra la pederastia, incluyó medidas para impedir que los menores tengan acceso a información sobre el colectivo LGTBIQ.
«Europa no tolerará nunca que miembros de nuestra sociedad sean estigmatizadas ya sea por la persona a las que aman, por su edad, por su origen étnico, sus opiniones políticas o sus convicciones religiosas», dijo Von der Leyen.