Álvaro Zancajo fue destituido como jefe de informativos de Canal Sur a finales del pasado mes de noviembre tras las protestas de centenares de trabajadores de la televisión pública andaluza, que acusaban a Zancajo de «falta de profesionalidad y de ética».
No obstante, parece que la situación de los empleados no mejorará con su sustituta, Carmen Torres, una periodista que el propio Zancajo contrató hace 10 meses y que fue nombrada directamente delegada de la cadena en Madrid. En la capital ha recibido denuncias por «presionar» a sus trabajadores y «coartarlos en su deber de informar con objetividad, veracidad e imparcialidad»
Y, de paso, que se lleve a @carmentorrres. La delegada de Madrid que hace "periodismo" desde su casa de #Sevilla. Cada día pagamos una mochila para el directo cuando en Madrid hay compañeros trabajando. Y, encima, mintiendo… si ven el rótulo dice, claramente, Madrid. pic.twitter.com/HVfBW0anbi
— TrabajadoresCanalSur (@AgrupacionCS) April 1, 2020
El Consejo Profesional de Canal Sur denunció el «caos y manipulación» que reina en la delegación de Madrid, a cargo de Torres, y publicó un comunicado tras recibir «quejas y peticiones de amparo de la mayoría de miembros de la Delegación de Madrid desde hace meses», en las que los profesionales del ente público en la delegación de Madrid afirmaban haber recibido «presiones de la delegada» provocando ser «coartados en su deber de informar con objetividad, veracidad e imparcialidad».
«De las experiencias que relatan los/as compañeras de Madrid se desprende una continua situación de dirigismo, enfrentamientos, discusiones, estrés, amenazas, tensiones y caos en la Delegación de Madrid», continuaba el escrito, lo que incumple el Estatuto Profesional de la RTVA. Por este motivo ya se habían dirigido al director de Contenidos de CSTV, Álvaro Zancajo; a la directora adjunta, Desirée García-Escribano; al subdirector, Gabriel García, y a la delegada de CSTV en Madrid, Carmen Torres, pero sin recibir ninguna solución.
Ante esta situación, el Consejo Profesional denunció el «desprecio absoluto a este órgano colegiado elegido democráticamente por las redacciones y que representa a los profesionales de la información en la RTVA», y decidió elevar la denuncia directamente al Director general y al Consejo de Administración de la RTVA.
En el último párrafo del comunicado se hace un resumen de los hechos:
«Con su silencio, la Dirección de Informativos da por buenas las graves denuncias de los/as compañeras de Madrid según las cuales se les impone una agenda diaria acaparada por los actos y declaraciones que vayan contra el Gobierno de la nación por parte del Partido Popular, Vox y Ciudadanos. Con ese sesgo se da más relevancia informativa a las reacciones a cualquier medida del Gobierno que a la medida en sí. Al mismo tiempo se ocultan o retuercen informaciones que perjudican a esos partidos (la omisión de la sentencia de la Gürtel es el caso más conocido pero no el único). Para mantener esta agenda y esa línea, la Dirección de Informativos y la delegada socavan la independencia y libertad de los profesionales, que bajo las continuas presiones no pueden desempeñar el trabajo que permita «garantizar el derecho de la ciudanía a la información y cumplir con la obligación de que esta sea auténtica, rigurosa y veraz» como mandata el Estatuto Profesional de los Medios de Comunicación de la RTVA y toda la legislación en la que este se inspira».
