Manuela Carmena y su candidato Íñigo Errejón decidieron estar presentes en las fiestas de San Isidro celebradas en Madrid, donde, vestidos como la tradición manda, se dirigieron un momento a los medios en la Pradera de San Isidro.
Mientras hablaban con los periodistas, los candidatos fueron recibidos al grito de «¡presidente! ¡presidente!», y fue en ese momento cuando Carmena se acercó al oído de Errejón y le dijo: «Creía que decían que se besen». El candidato le respondió entre risas: «Ahí sí que revolucionamos San Isidro».