El presidente del PP ha tildado la etapa de la Transición como «la mejor de toda nuestra historia, la que hizo posible que España recuperara la libertad, guiados por el espíritu de concordia pese a la sombra negra del terrorismo».
«Queríamos reconciliación, progreso y futuro y lo logramos, pero hoy se fomenta intencionadamente las fracturas, las divisiones, los radicalismos y las discordia. Se desprecia los esfuerzos por integrar y unir alrededor de grandes proyectos nacionales», ha lamentado el conservador.
«Ni la Constitución, ni la monarquía, ni Europa, ni las leyes, ni la oposición son el problema de España», ha aseverado, añadiendo que el problema es «un Gobierno apoyado en una alianza cuyo vínculo reconocible es el de desandar el camino que hemos recorrido juntos desde 1976, cuando aprobamos un referéndum para el cambio».