El juzgado de lo penal número 5 de Alcalá de Henares (Madrid) ha sobreseído de forma provisional sin encontrar culpables el caso de la trabajadora de Iveco que se quitó la vida después de que alguien difundiera vídeos sexuales en los que aparecía entre sus compañeros de trabajo.
Las imágenes fueron enviadas por la mujer hacía años a su ex novio, trabajador de la fábrica de camiones CNH Industrial. La Policía Nacional y la fiscal de Criminalidad Informática Elvira Tejada tomaron declaración a este sujeto y a otros compañeros de trabajo que recibieron en sus teléfonos los vídeos de la víctima, pero no han conseguido identificar a la primera persona que los difundió.
Los agentes tampoco hallaron pruebas de que se intentara chantajear a la víctima con las imágenes. Así, la jueza Ana María Gallegos ha decidido cerrar el caso. «Es frustrante, pero la ley española dice que para investigar un supuesto delito contra la intimidad la víctima debe haber presentado una denuncia, algo que la empleada de Iveco no llegó a hacer. Sin su denuncia y sin indicios de que fuera víctima de una extorsión, todo es muy complicado», explican fuentes de la investigación a ‘El Periódico’.
No obstante, todavía queda por resolver la investigación abierta a raíz de la denuncia de CCOO Industria de Madrid a Iveco España «por no aplicar el protocolo de acoso ni cumplir con la ley de prevención de riegos laborales, pese a tener conocimiento por la propia víctima de lo que estaba ocurriendo».
