Científicos de la Universidad Médica de Guangzhou han detectado por primera vez el coronavirus COVID-19 vivo en las heces de pacientes que murieron a causa del virus, sugiriendo así que el coronavirus pueda transmitirse a través de la inhalación de partículas de excrementos infectados.
«El aislamiento del SARS-CoV-2 infeccioso en las heces indica la posibilidad de transmisión fecal-oral o transmisión fecal-respiratoria a través de heces en aerosol», han explicado los autores del estudio, que fue publicado en Emerging Infectious Diseases.
Este descubrimiento fue gracias a las cuatro muestras fecales de un hombre de 78 años que murió el 20 de febrero. Tras detectar este positivo, los investigadores recolectaron muestras fecales de otras 27 personas, 11 de las cuales contenían ARN viral, confirmando finalmente que las heces estaban infectadas.
El equipo de científicos descubrió además que las heces recolectadas entre 17 y 28 días después de que comenzaran los síntomas tenían mayores cargas de ADN del virus que las muestras respiratorias. El virus vivo no se pudo aislar de las muestras fecales recolectadas después de 28 días, pero se encontró ARN viral; fragmentos de ARN, no virus infeccioso.