Un joven pakistaní de 19 años y residente en España desde que era pequeño fue condenado este lunes a cinco años de cárcel por intentar asesinar a puñaladas a uno de sus compañeros de clase de un instituto de Torrevieja (Alicante), quien blasfemó contra la religión islámica e insultó al profeta Mahoma.
El acusado se declaró culpable, por lo que se alcanzó un acuerdo de conformidad entre la Fiscalía y la acusación particular y la defensa del acusado, ejercida por el abogado Francisco Miguel Galiana Botella.
El fiscal pedía en un principio ocho años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa, mientras que la acusación particular exigía 12 años al considerar que se debía agravar el castigo por haber cometido el delito por motivos «racistas, antisemitas u otra clase de discriminación referente a la ideología, religión o creencias de la víctima». El acuerdo que se alcanzó finalmente retiró esta agravante y redujo a 5 años la petición de pena.
En el juicio, el acusado reconoció los hechos y aseguró que «no volvería a hacerlo». Además de la pena de cárcel, el joven deberá indemnizar a la víctima con 11.000 euros por las lesiones y daños morales sufridos. Tampoco podrá acercarse al joven a menos de 300 metros ni comunicarse con él en los próximos nueve años.
Los hechos se remontan a las ocho y media de la mañana del 29 de octubre de 2019 en el instituto Torrevigía. Cuando estaba a punto de finalizar una clase, el acusado, de entonces 18 años, se levantó de su silla y se aproximó por detrás a un compañero de clase, de 17 años, con la intención de matarlo «por una blasfemia» contra la religión islámica, que profesa el acusado.
Al llegar al pupitre de su compañero empezó a agredirle con un cuchillo jamonero de 27 centímetros de hoja y 13 centímetros de mango que había guardado en su mochila tras cogerlo el día anterior de su casa.
La víctima recibió una primera puñalada en el costado derecho sin que pudiera defenderse y luego otra por la espalda a la altura del corazón.
El acusado no pudo asestarle más cuchilladas a su compañero de clase porque se dobló la hoja, pero comenzó a golpearle con el arma blanca en la cara. Otros alumnos consiguieron reducir al agresor y separarlo de la víctima.
El ahora condenado declaró en su día en el juzgado de Instrucción número 1 de Torrevieja que llevaba dos años siendo objeto de burlas e insultos de otros estudiantes, algunos sobre Mahoma, y que ya estaba «harto». Por su parte, el agredido negó haberle insultado y afirmó que el acusado era «muy radical» con su religión.