El pasado 7 de octubre, Albert Rivera, líder de Ciudadanos se saltó un control aleatorio de explosivos en el aeropuerto El Prat por orden de los policías nacionales que conformaban su escolta. Según la versión de Ciudadanos, el político al llegar al control aleatorio se detuvo para ser sometido al mismo. Es ahí cuando uno de sus agentes de la policía nacional asegura que no hacía falta.
Según testimonio de los trabajadores, los agentes, después de que Rivera pasara el control, recriminaron a los empleados haber «interferido en su operativo» y lo amenazaron asegurando que «la próxima vez te pongo los grilletes y te llevo p’alante».
Desde el comunicado de Ciudadanos aseguran que Rivera «siguió en todo momento la instrucción de la Policía Nacional» y que los mismos se identificaron ante el vigilante que les dio «instrucción de dejarle continuar bajo su responsabilidad».
«Una vez pasado el control, (Rivera) cumplió con las órdenes indicadas por criterio exclusivo de los agentes y nunca se ha negado a detenerse en ningún control cuando ha sido requerido para ello. Por tanto, se trata de una cuestión que depende del criterio y la autoridad, exclusivamente, de la Policía Nacional»
La empresa ha citado a los vigilantes y podría abrirles expediente por no cumplir con el mandato de colaboración con las fuerzas de seguridad.
