Una conserje de un instituto de Barcelona ha sido condenada a tres años de cárcel por abusar y acosar sexualmente a un menor durante el curso 2014-2015. Asimismo, la acusada deberá pagar una indemnización de 30.000€ a la víctima por daños morales.
El primer contacto entre ambos se produjo cuando el menor cursaba cuarto de la ESO, cuando la conserje quiso «entablar una amistad con él» a través de una red social. Las conversaciones entre ellos derivaron a la «esfera íntima de ambos y de contenido sexual».
Cuando el menor se encontraba siendo investigado por una situación de malos tratos con su entonces novia, la conserje «aprovechó la situación de vulnerabilidad» y la «fragilidad emocional» para llevar a cabo un encuentro en persona.
La acusada comenzó desde ese momento a invitar a consumiciones al afectado fuera del instituto, con el claro objetivo de «mantener relaciones sexuales» con él.
Los padres del menor acudieron al centro en 2015 para pedir explicaciones respecto a la relación de su hijo con la conserje, pero el instituto negó conocer el acoso, alegando que «el único problema» eran las faltas de asistencia del chico a las clases.
Debido a la pasividad del centro, la familia tomó medidas. Envió una carta a todos los profesores adjuntando las pruebas de los contactos fuera de tono entre la conserje y el alumno. La mujer no fue a trabajar al día siguiente. El Consorcio de Educación la trasladó al centro de recursos pedagógicos.
Durante la vista oral, la acusada negó el acoso, afirmando que ella es así de»cariñosa y afectuosa hablando» y solo pretendía darle «apoyo incondicional y psicológico» al muchacho, que «lo estaba pasando mal».