El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de un año y medio de prisión para un policía nacional de Melilla por pegarle un patada en el ojo a un detenido, que ha sido condenado a tres meses de prisión por forcejear previamente con el agente.
Los hechos ocurrieron en los calabozos de la comisaría de Melilla en septiembre de 2012. Uno de los detenidos pidió ser llevado al baño mientras «lanzaba improperios» contra los dos policías que lo cuidaban.
Fue entonces cuando estos dos agentes le trasladaron al «cuarto de las mantas» donde no hay cámaras de seguridad y, tras producirse un forcejeo, un agente lo tiró al suelo y le dio una patada en la tripa y en el ojo, afectando a su sistema nervioso y «parálisis inferior hipo/anestesia rama maxilar». El agente sufrió varias erosiones por el forcejeo.
El Supremo ha confirmado las condenas impuestas a ambos: año y medio de cárcel para el agente agresor, además de pagar 1.800 euros de indemnización, y tres meses de cárcel impuestos para el detenido por resistencia de la autoridad y una indemnización de 120 euros para el agente.