Casi dos años después, por fin se ha resuelto el misterio de los huesos que una pareja de senderistas encontró en la fosa de La Romana, lugar donde aparecieron los cadáveres de las tres ‘niñas de Alcásser’: Miriam, Toño y Desireé.
Dos de las familias de las niñas fueron llamadas a tomar muestras por parte del departamento forense de la Guardia Civil tras descartarse desde un principio que uno de los huesos -falanges pertenecientes a una mano- pertenecieran a Toño, una de las niñas, ya que en su cadáver no le faltaba ninguna extremidad.
Tras un retraso en la toma de muestras por la pandemia, Fernando García pudo confirmar en una entrevista en el programa de «El Rincón de Disidente» que los huesos son de su hija, Miriam, algo que le ha sorprendido y le genera sospechas.
«A mí se me aseguró que un forense fue y cribó la fosa, por si se habían dejado algo. Y ahora van otros y encuentran huesos a pie de fosa ¿quién ha puesto esos huesos allí? ¿dónde estaban esos huesos? Pues yo he pensado que a estos se les acababan ya las tertulias y los dineritos, ellos ponen ahí esos huesos y ahora les llaman otra vez para ir a la tele. Eso, o son los asesinos».
El padre asegura que se le dijo en la autopsia de 1993 que los la mano que le faltaba a su hija «se la habían comido los ratones». «¿Y los diecisiete dientes que le faltaban a mi hija? ¿dónde están? Deberían estar en la fosa, pero no es así, según ellos», denuncia.