Más de 200 escuelas en Corea del Sur han tenido que volver a cerrar pocos días después de que el Gobierno permitiera el regreso de los estudiantes por nuevos brotes de coronavirus.
La mayoría de instituciones afectadas se encuentran a las afueras de la capital, Seúl, que también se encuentra afectada por un nuevo foco de contagio en una zona de bares que se vincularía a más de 100 casos.
Desde la BBC aseguran que las instituciones que se mantienen abiertas la situación sigue siendo tensa. Los estudiantes ingresan por turnos a los distintos edificios, pasando por detector térmico y con el lavado de manos constante antes de clases, en el comedor y durante la gimnasia.
Los escritorios, informa el medio citado, están separados por unas láminas de policarbonato y los estudiantes deben utilizar mascarillas permanente y mantener la distancia social obligatoria.