Dados los múltiples escándalos sobre la fortuna ilegal de el rey emérito Juan Carlos I, muchos partidos y movimientos republicanos se han animado a realizar acciones de protesta por lo que realmente llevan denunciando años: la monarquía está manchada, y cada vez menos gente la quiere.
Uno de esos partidos fue la Izquierda Castellana, un partido republicano del que algunos militantes decidieron, indignados con esta situación, colgar una pancarta en el busto del rey Juan Carlos I junto al Palacio Real de Madrid en el que se podía leer «Familia Borbón corruptos y ladrones».
Este movimiento desembocó en el intento de retención de los militantes y varias personas del lugar por parte de la seguridad privada del Palacio Real, resultando en varias lesiones ya denunciadas por los activistas.