Diez años más tarde de la muerte del cantante pop Michael Jackson, HBO lanza un documental titulado ‘Leaving Neverland’, un documental en el que dos supuestas víctimas sexuales del artista destapan el infierno que les hizo vivir.
«Abusó de nosotros cientos de veces», asegura Wade Robson, de ahora 36 años, y James Safechuck, de 40. Éste último coincidió con Jackson en un anuncio de Pepsi cuando tenía 10 años, y el Rey del Pop le ofreció a él y a su familia irse de gira con él. «La gira fue el comienzo de esta relación sexual, como si fuéramos una pareja», relata Safechuck, quien asegura que el artista le enseñó a masturbarse. «Me dijo que era algo que todo el mundo hacía y con lo disfrutaría», afirma.
El joven relata cómo Jackson llegó a simular una ceremonia de boda y hasta fueron a comprar un anillo juntos. «Fingimos en la joyería que el anillo era para una mujer y que mis pequeñas manos se ajustaban al tamaño ideal», afirma. Safechuck fue el mismo niño que con 17 años defendió ante la justicia a Jackson ante las acusaciones de abuso sexual de un niño de 13 años.
La historia de Robson no difiere mucho de la de Safechuck. El ahora adulto cuenta cómo con cinco años ganó un premio de baile en Australia que le permitió conocer al Rey del Pop, y que desde entonces la familia y él establecieron un fuerte vínculo con el cantante y hasta pasaron algunas temporadas juntos de vacaciones. Robson relata cómo en uno de esos viajes Jackson le besó y le practicó sexo oral cuando tenía siete años. «Dios nos ha reunido. Estamos hechos para estar juntos», le dijo el cantante.
Las dos víctimas coinciden en que fueron llevados a hoteles en repetidas ocasiones y que el artista les hacía practicar simulacros por si alguna vez eran sorprendidos por una tercera persona. «Fingía que alguien entraba en la habitación y tenía que vestirme lo más rápido posible sin hacer ruido. Era fundamental que nadie nos descubriera. Era un secreo. Me decía que si alguien se enteraba, su vida y la mía se acabarían», asegura Safechuck.
