Tres personas regidoras de un conocido local del municipio de Escorca, Mallorca, han sido detenidos por la Policía Nacional tras recibir una denuncia por parte de sus empleados denunciando condiciones de semiesclavitud.
Los arrestados, el administrador del negocio y las encargadas de controlar a los empleados, tenían a seis personas migrantes trabajando en jornadas de entre 12 y 14 horas por tan sólo 10 euros al día, sin contrato y, por ende, sin sus correspondientes derechos laborales.
Fuentes policiales han asegurado que las víctimas sólo eran los trabajadores migrantes del local, y que los tenían trabajando en «régimen de casi esclavitud». Los gerentes del local los mantenían bajo la amenaza de ser despedidos si se quejaban de su falta de derechos laborales: no tenían vacaciones y cobraban lo mismo a pesar de realizar todos distintas funciones dentro del negocio.
Las empleados que sí tenían contrato laboral eran obligados a firmar su nómina aunque no hubieran cobrado las cantidades que allí constaban, otra vez, bajo amenaza de despido. Si sufrían un accidente laboral, el propietario les obligaba a aclarar que no había sido laboral.
Por todo esto, la Policía Nacional procedió a la inspección de local y detención de los encargados del local.