La Policía Nacional ha llevado a cabo la detención de 34 menores procedentes de toda España por publicar en Instagram vídeos en los que aparecía material pornográfico infantil explícito. En la operación, llamada Koda, también hay otras seis personas detenidas mayores de edad.
Uno de los agentes involucrado en la operación destaca la crudeza de lo vivido en la detención de unos de los implicados, de 14 de edad: «Le enseñamos las imágenes en su propio ordenador porque no se acordaba y el crío empezó a reírse a carcajadas. La madre estaba descompuesta y el abogado tuvo que regañarle […] Estábamos con el chaval de 14 años en su habitación, la madre llorando sin parar, el abogado allí plantado. No se te puede olvidar. Es la violación de un bebé, te revuelve el estómago», explica David Reguero, del Grupo III de Protección al Menor de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional».
La investigación comenzó cuando recibieron una alerta de las distintas publicaciones en Instagram, avisando de que los usuarios involucrados eran españoles. En las imágenes se podía ver cómo un adulto abusa de un bebé de meses y en otro de los vídeos a una niña de dos o tres años.
Los agentes se sorprendieron al comprobar que los encargados de publicarlos eran menores, ya que este material lo suelen compartir redes de pedófilos. La investigación tomó otro grado de alerta al darse cuenta de que estos vídeos donde se podía presenciar la violación de un bebé de meses de edad se estaban compartiendo por todo tipo de redes, grupos de Whatsapp de clase, entre amigos.
Gracias a la estrecha colaboración con Estados Unidos, se descubrió que el vídeo fue grabado en Reino Unido, pudiendo dar con el agresor, que era el cuidado del niño. El violador fue encarcelado, y la investigación se saldó con la detención de 40 personas, 34 menores de toda España.