Esta semana se creó el ‘Grupo COVID-19’, en el marco del llamado «Espacio de Cooperación» entre el Gobierno central y el madrileño, con el objetivo de realizar un seguimiento y dar respuesta a la pandemia en la Comunidad de Madrid.
Este grupo decidió nombrar como portavoz al doctor Emilio Bouza, fundador del primer servicio de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica de España en 1984.
La responsabilidad que asumió fue atender «las demandas informativas de la sociedad» que deriven del ‘Grupo Covid’, una suerte de ‘Fernando Simón madrileño’.
Sin embargo, dos días después de su nombramiento Bouza ha presentado su dimisión, que llega un día después de que Ejecutivo central y el autonómico chocaron respecto a las medidas fijadas de ampliar las restricciones a ocho zonas básicas de la Comunidad.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, compareció ante la prensa para solicitar medidas más contundentes, y este mismo sábado pidió al equipo de Isabel Díaz Ayuso «revisar sus decisiones y escuchar a la ciencia» en la gestión de la pandemia. No obstante, el alcalde madrileño José Luis Martínez-Almeida le acusó de «enredar» y le exigió explicaciones sobre su cambio de opinión.
