Donald Trump ha sido ingresado en el hospital militar Walter Reed horas después de ser diagnosticado con COVID-19, según ha informado la propia Casa Blanca.
La hospitalización ocurre poco después de presentar un cuadro de febrícula, congestión nasal y tos tras, en un principio, ser asintomático. «El presidente Trump permanece con buen ánimo, tiene síntomas leves y ha estado trabajando durante todo el día. Por precaución y por recomendación de su médico y expertos, el presidente trabajará desde las oficinas presidenciales del hospital los próximos días», señala el comunicado oficial.
Como parte del tratamiento, Trump habría comenzado su terapia con el antiviral Remdesivir además de mantenerse tomando un cóctel de medicamentos que busca reforzar sus anticuerpos. Corresponde recordar que el presidente de los Estados Unidos, con 74 años y sobrepeso, entra en la población de riesgo.