El presidente Donald Trump tiene previsto reanudar su campaña electoral este mismo lunes, sin cumplir ni la mitad de las medidas de seguridad que debe cumplir un infectado de coronavirus.
Y lo hará a lo grande. Será un encuentro multitudinario en la Casa Blanca -en los mismos jardines donde se infectó-, previéndose que acudan cientos de asistentes, a los cuales Trump se dirigirá desde el balcón.
«Estoy curado, he dejado los medicamentos», asegura a los medios. Sus médicos le han dado vía libre para que el lunes pueda volver a sus compromisos públicos, aunque la escasa transparencia de Sean Conley, su médico, suscita sospecha.
Una imagen muy distinta se vio ayer en una entrevista por teléfono que mantuvo con la FOX, donde se le oyó toser y carraspear en varias ocasiones, algo que los medios aseguran que no es nada habitual en él. Poco después aclaró que hoy sábado se haría el primer test de confirmación, y que esa tos fue «una cosa poco persistente» de secuela del COVID-19.