La Policía Nacional ha iniciado una investigación para esclarecer la agresión racista perpetrada por dos agentes de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria la noche del pasado viernes, que se encontraban de paisano cuando agredieron presuntamente a un grupo de cuatro varones.
Los agentes insultaron a un argentino, tres canarios y un nepalí que se encontraban cerca del parque Santa Catalina con improperios como “sudaca de mierda” o “moros”, según ha avanzado ‘Las provincias’. Los agentes han afirmado que el enfrentamiento se produjo porque los ciudadanos no llevaban puestas las mascarillas.
Según figura en la denuncia, las cuatro víctimas, de unos 35 años de edad, se encontraban en la vía pública de camino a sus casas para cumplir con el toque de queda impuesto para frenar la propagación del coronavirus, cuando dos hombres, al oír a uno de los denunciados, de nacionalidad argentina, le llamaron “sudaca de mierda”. Acto seguido, al percatarse de la piel morena de otro de los jóvenes, le gritaron «moro», pese a ser canario de origen y familia.
A continuación, los individuos se abalanzaron violentamente sobre los cuatro hombres, que se defendieron. En medio de la pelea, sacaron sus placas identificándose como agentes de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria, mientras gritaban: “Que nosotros somos la autoridad”.
Los presuntos agresores llevaban botellines de cerveza y mostraban «signos de haber consumido sustancias estupefacientes, al tener las pupilas dilatadas y con movimiento constante e incontrolado de mandíbula», según la denuncia.
Durante el transcurso de la disputa, se retiraron al ver cómo «se toparon con un varón de origen nepalí, al que sin motivo alguno comenzaron a agredir». Este hombre no hablaba español y acababa de llegar a la isla.
Uno de los agredidos aprovechó ese momento para pedir ayuda a efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, que se encontraban cerca de la zona y redujeron a los agresores.
Cuando se personaron en el lugar agentes del Grupo Operativo de Intervención y Apoyo – Unidad Especial (GOIA-UE) de la Policía Local reconocieron que los reducidos eran sus compañeros.
Los agresores aseguraron que la pelea se había producido porque los jóvenes no llevaban la mascarilla obligatoria, algo que el denunciante niega. Este alega que todos llevaban puesta la mascarilla y que incluso la suya está manchada de sangre por los golpes que recibió.