El alcalde Jose María González ‘Kichi’ ha reclamado a la Iglesia que «arrime el hombro», pague el IBI y aporte así algo a la crisis económica generada por el Covid-19.
El alcalde exige el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) de todas aquellas propiedades que no tengan uso cultual o educativo.
El Consistorio enviará por primera vez al Obispado de Cádiz y Ceuta las facturas para cobrar este impuesto sobre posesiones que, al no tener fin de culto o social, suelen estar relacionadas con rendimientos lucrativos.
«Debemos implicar al conjunto de la sociedad, entre los que se encuentra la Iglesia, en el esfuerzo descomunal que está haciendo la sociedad gaditana«, ha escrito el propio ‘Kichi’ en sus redes sociales.
La finalidad es paliar el golpe que ha sufrido la economía española debido al Covid-19, sobre todo en las arcas públicas, de las que saldrán multitud de ayudas para las personas que se quedaron en paro por la enfermedad y para los alquileres e hipotecas.
El Obispado ha enviado un escueto comunicado en respuesta en el que afirman cumplir “escrupulosamente” con el marco legal y le recuerda al Ayuntamiento que él también está obligado “a cumplir el ordenamiento jurídico”.
A pesar de las numerosas trabas legales para hacer pagar a la Iglesia estos impuestos, como el acuerdo entre España y la Santa Sede de 1979, si el Obispado se niega saldría a la luz la batalla judicial subsiguiente y sería un duro revés para la imagen de la institución religiosa.
«Por encima de la ley, puede haber acuerdos entre dos partes, como un inquilino que acuerda con el propietario de su piso pagar el IBI aunque no esté obligado a ello», ha comentado una fuente cercana al Ayuntamiento.