El terrorista que decapitó al profesor Samuel Paty el viernes pasado en las proximidades de París entregó dinero a varios alumnos en el exterior del colegio para que le dijeran quién era el que luego sería su víctima, tan solo unas horas antes del asesinato.
Este martes se confirmó que habían sido detenidos cuatro estudiantes por las sospechas de su implicación en el atentado. Un quinto también fue arrestado, pero quedó rápidamente en libertad sin cargos.
Abdoullakh Anzorov, el checheno de 18 años que cometió el asesinato, acudió a la escuela de Conflans-Sainte-Honorine, en la periferia noroeste de París, y preguntó por el profesor de geografía e historia que había enseñado recientemente una caricatura de Mahoma en clase.
Como recompensa por la ayuda prestada para identificar al maestro, Anzorov entregó varios centenares de euros en billetes de diez, que los alumnos cogieron. El terrorista les dijo a los estudiantes que quería convencer a Paty de que grabara un vídeo disculpándose por haber blasfemado e insultado al profeta.
Al parecer, cuando Paty salió ya estaba advertido de que alguien le esperaba. No está claro todavía si hubo un diálogo y qué sucedió después, pero el terrorista lo siguió en el camino a su casa y lo atacó con un cuchillo de cocina de 35 centímetros. Luego publicó en Twitter la espeluznante foto de la cabeza seccionada junto a un texto de reivindicación.
El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, ha expresado su preocupación ante esta nueva información de la investigación, ya que indicaría que está penetrando «entre los más jóvenes una cierta visión del mundo», la del «islamismo fundamentalista», a través de las redes sociales.
