Antonio Burgueño, ideólogo de la privatización hospitalaria y asesor sanitario de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (PP), ha reconocido que los ancianos fueron abandonados en las residencias durante una entrevista con ‘El País’. Según ha dicho, las residencias no fueron medicalizadas hasta el 6 de abril.
Burgueño asegura que Ayuso le llamó el 10 de marzo para pedirle ayuda. Cuenta que el 12 de marzo presentó un plan con 270 tareas por el que no cobró y que él no llevó a cabo, ya que dejó la gestión ante las críticas del personal sanitario. Burgueño afirma que su labor se limitó a dar consejos a la Comunidad de Madrid.
Este asesor sanitario ha reprochado al consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero (PP), que no exigiera que él ejecutase el plan y que finalmente lo hicieran «empresas de tercera». Defiende que si hubiera sido él quien hubiera gestionado sería él el «crucificado» y no Escudero.
Burgueño ha dicho que de haber gestionado él podría haber terminado incluso en prisión porque «hay que tomar decisiones y alguna puede que no guste o que no sea racional«, aunque recalca que desconoce «cómo interpretarán los tribunales lo que ha pasado en todos los niveles gubernamentales».
Asegura que propuso que los 3.000 médicos de atención primaria fuesen a las residencias de mayores, pero que «la medicalización de las residencias no se llevó a cabo» porque «faltó jerarquía, rapidez y eficacia», así como «dar órdenes y dar incentivos para que esos profesionales fueran y también, muy importante, la protección».
