El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha ordenado a los edificios eclesiásticos que muestren su «duelo» y su rechazo a la recién aprobada ley de eutanasia colocando banderas a media asta y crespones negros en la fachada. También ha instado a los fieles a que hagan lo mismo.
El titular de la Archidiócesis ha tachado la nueva ley de «cruel e inhumana»: «Una vez más, decimos ‘no’ a esta ley perversa e inicua, no a la eutanasia, y sí a los cuidados paliativos, expresión de la compasión y de la caridad que debemos a la persona humana y a las familias ante esa fase final de la vida», ha expresado.
La Virgen de los Desamparados también ha sido utilizada para protestar contra la legislación: le han colocado un crespón negro, «el mismo que lució la imagen de la Virgen de los Desamparados durante un mes, desde el 7 de mayo hasta el 6 de junio pasados, como signo de duelo por las personas fallecidas por la pandemia de Covid-19».
Cañizares también ha afirmado que la ley de eutanasia «está en contra de la paz y rompe la concordia, no puede haber verdadera paz si no se defiende y promueve la vida» y que «no puede haber verdadera democracia si no se reconoce la dignidad de la persona humana y se respetan los derechos, no puede haber verdadera paz si no se defiende y promueve la vida».
«La ley del hombre y la ley de Dios se ven enfrentadas y los creyentes nos vamos a sentir huérfanos respecto a la atención que deberían merecer temas tan sagrados como es la vida, que no termina n el lecho de la muerte. El único que puede darnos y quitarnos la vida es el Hacedor común», ha zanjado el religioso.
Cabe destacar que el cardenal Cañizares es el mismo que afirmó en 2009 que los abusos sexuales a menores no son tan malos como el aborto.