El Juzgado de Instrucción número 16 de Madrid investiga una denuncia presentada por un residente de Lavapiés contra el líder de Más País, Íñigo Errejón, por un presunto delito de lesiones.
Según el atestado de la Policía Nacional, al que ha tenido acceso ‘El Confidencial’, el denunciante se negó a ser atendido por un sanitario y, en su primera llamada a la Policía, la centralita dejó constancia de que parecía «ebrio» y que pronunciaba un discurso «no coherente».
Los agentes tomaron declaración a tres testigos: un amigo del denunciante que confirma que Errejón le dio una patada en la barriga, la hermana del primer testigo, que no quiso declarar en comisaría tras no identificar al político en la zona y un vecino del barrio que conoce al denunciante y su amigo y que reconoce que llegó al al lugar después de los hechos.
El denunciante es un hombre jubilado de 67 años que se define a sí mismo como «fascista» en Twitter, una red social que utiliza principalmente para atacar a políticos de izquierdas, entre ellos Errejón.
El varón fue a Urgencias tres días después de los hechos y recibió un parte de alta que afirma que la exploración ha resultado ‘asintomática‘. Él esgrime varias fotos para verificar sus lesiones.
Los agentes del Subgrupo de Delitos contra las Personas del Grupo I de Policía Judicial de la Comisaría del Distrito Centro de Madrid han llegado a la conclusión de que el visionado de las cámaras de seguridad del área «no permite establecer que los hechos se produjeran como el denunciante y los dos testigos manifiestan«.
La jueza del caso, Margarita Valcarce, ha citado a declarar tanto al denunciante como a los testigos y ha solicitado un informe al médico forense sobre el parte de lesiones.