El cirujano Pedro Cavadas ha extirpado a un niño de 10 años un tumor craneofacial no maligno cuya masa ya superaba la de su cabeza y que, de no ser retirado, habría causado «una muerte en muy malas condiciones y relativamente pronto».
El doctor aseguró a Efe que se trata de uno de los tumores «más grandes que hemos intervenido». El paciente, llamado Emmanuel, llegó «malnutrido, muy débil y con un problema de coagulación no diagnosticado de origen que le hacía sangrar en cada cura».
El menor llegó a la Fundación Cavadas a través de una entidad con clínica en el Congo, pero que no podía abordar una operación tan compleja.
«No tenía vida, ese crío habría durado dos telediarios, estaba condenado a una muerte en muy malas condiciones y relativamente pronto», ha afirmado Cavadas. No obstante, el niño «debería hacer una vida completamente normal. Ahora, por lo menos, tiene cara».
Jules Mbulá, padre del niño, ha asegurado que llevaba cinco años con el tumor y a pesar de haber pasado por varios hospitales, ninguno pudo ofrecerles una solución. Así, ha agradecido a Cavadas y a su equipo su intervención.
Estos pasaron dos semanas estudiando este «caso raro e infrecuente», ya que «no hay muchos tumores que lleguen a este tamaño». Finalmente, se le operó dos veces con ocho días de diferencia entre una intervención y otra.
En la primera operación se le quitó todo el maxilar, la zona entre las órbitas oculares, el paladar y una parte del interior de la boca, que le fue reconstruido tras eliminar el tumor.
La segunda cirujía se basó en rehacer la parte intracraneal, para eliminar la base anterior y media del cráneo y reconstruirlo con parte de sus propias costillas.
«Con las dos cirugías pudimos quitar todo el tumor y reconstruirle. Ha ido todo muy bien», ha comentado Cavadas, quien ha añadido que dentro de pocos días Emmanuel regresará a su país y allí se le reconstruirá la nariz y se le pondrá dentadura.
