Los primeros informes sobre el trágico accidente que acabó con la vida del futbolista sevillano José Antonio Reyes dictan que el coche circulaba a 237 kilómetros por hora al momento de estrellarse.
Según las investigaciones, el motivo de que el Mercedes Brabus S550 de 380 CV se saliera de la carretera fue un reventón de ruedas, que podría estar causado por el exceso de velocidad al que circulaba Reyes.
El futbolista iba con dos primos en el vehículo, y la violencia del impacto a 237 km/h en una vía cuyo límite estaba marcado a los usuales 120 km/h, provocó un incendio inmediato del que solo logró sobrevivir uno de sus acompañantes.