El presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha anunciado la paralización de toda la actividad económica no esencial. Esta medida será aprobada por el Consejo de Ministros mañana domingo en una reunión extraordinaria.
«Les anuncio que el Gobierno aprobará mañana en un Consejo de Ministros extraordinario una medida excepcional: todos los trabajadores de actividades no esenciales deberán quedarse en casa en las próximas dos semanas«, han sido las palabras del jefe del Ejecutivo.
La medida, que se extenderá desde el lunes hasta el próximo 9 de abril, será un «permiso retribuido recuperable que se aplicará a todos los trabajadores de todas las actividades no esenciales». «Durante estos días los trabajadores recibirán su salario con normalidad y recuperarán las horas de trabajo no prestadas de forma paulatina y espaciada en el tiempo». Estas horas serán pagadas por las empresas, de ahí que sean recuperables.
Sánchez, que hasta ahora se negaba a llevar a cabo esta medida tan solicitada por distintas autonomías y miembros del Gobierno, ha explicado que ha tomado una decisión «tan contundente y tan dura» por la cercanía de la Semana Santa.
«La idea es anticipar esas jornadas festivas para que, en lugar de cerrar, los trabajadores de servicios no esenciales puedan beneficiarse de un permiso que luego pueda recuperarse. Lo hacemos ahora porque estamos a las puertas de la Semana Santa y podemos cortar de manera más agresiva los contactos y, por tanto, los ingresos hospitalarios y la presión sobre las UCI», ha añadido el presidente.
Sánchez ha matizado que las actividades que se detendrán son las que en el decreto del estado de alarma no están descritas como esenciales: «Por ejemplo, un trabajador que está en una obra a partir del 30 de marzo no trabajará. Pero un enfermero, lógicamente, el 30 de marzo seguirá trabajando».