Este jueves, la familia del dictador Francisco Franco tendrá que entregar el Pazo de Meirás tras ocuparla durante 82 años. Tras la sentencia que les obligó a abandonar la propiedad, la jueza ordenó la realización de un inventario para conocer los bienes que alberga el edificio, muchos de ellos de un gran valor histórico y económico.
Patrimonio Nacional reconoció, durante la visita que hizo junto a arquitectos, un arqueólogo y una historiadora del arte de la Xunta, blasones en muebles, alfombras y tapices que estarían catalogados como bienes públicos.
Esto viene a probar que el expolio del dictador y sus descendientes fue continuado: hasta los muebles están tapizados con «tejidos históricos», según han informado los técnicos, que comentan también que, debido a la rapidez con la que tuvieron que que dada la premura con la que tuvieron que realizar el trabajo no han podido catalogar de forma pormenorizada todos los múltiples tapices y reposteros. No obstante, sospechan que muchos son de alto valor, por lo que han recomendado que sean «objeto de un trabajo separado realizado por especialistas».
En el informe de Patrimonio Nacional, destaca el hallazgo de hojas de cortina y una galería tejidos que «vistieron la sala de recibir de la Reina Victoria Eugenia en el Palacio Real de Madrid». En una gran alfombra aparece «el detalle del metraje de tejido de la Fundación Generalísimo Franco, Industrias Artísticas Agrupadas», que está conservado en el taller de Restauración de Tapicería de Patrimonio Nacional. No se conoce de momento cómo llegaron al castillo.