Alberto Borobia, investigador principal del estudio médico en el Hospital La Paz, de Madrid, ha asegurado que «el proyecto se ha difundido ahora, pero en España llevamos trabajando varios meses en la vacuna».
«Para España es una buena noticia», declara Borobia sobre la prueba con personas en España. «Significa tener un candidato para llegar al mercado. Pero aquí estamos habituados a hacer ensayos en fase 2, somos uno de los países de Europa con más investigación», explica el científico.
Sobre ‘la carrera’ por la vacuna, Borobia asegura que le cuesta creer que «otros proyectos hayan terminado ya la fase 2 cuando la nuestra durará unos 16 meses». «Que una vacuna entre en fase 3 no significa que haya acabado la fase 2; puede significar que con los datos preliminares de la fase 2 si son positivos, se comience una fase 3, que se superpongan esas etapas. No hay tanta diferencia de tiempo», comenta, y denuncia que esta carrera está haciendo informar de plazos sin el rigor necesario.
Borobia explica al Huffingtonpost que las pruebas con los voluntarios deben durar de 14 a 16 meses sí o sí, pero «otra cosa es que en febrero apliques un análisis preliminar sobre los pacientes con dos dosis y pases de fase» y puedas plantear una comercialización condicionada, por lo que la fecha dada por el ministro Salvador Illa sobre vacunar a finales de año queda puesta en duda.
Aún con esta información el científico no se atreve a dar una fecha. A diferencia de sus colegas, quienes ponen finales a 2021 como fecha para tener la vacuna, él asegura que «es difícil poner una fecha». «El estudio solo en fase 2 son 14-16 meses; lo que puede ocurrir es que en algunos meses se hagan unos análisis intermedios que ayuden a tomar una decisión y pasar a fase 3. Puede ser en enero, en junio, en diciembre… Piensa que el desarrollo completo de un medicamento en condiciones normales puede rondar los 10 años hasta que se completa a la perfección».