El príncipe Joaquín de Bélgica ha admitido este domingo que no respetó «las medidas de cuarentena» durante su viaje a España y ha pedido «disculpas» por esto a través de un comunicado que difundió su abogado Mariano Aguayo Fernández de Córdova.
En el escrito, enviado por el propio príncipe en un correo electrónico a Aguayo Fernández de Córdova, asegura que está «profundamente arrepentido de sus actos» y afirma que aceptará «las consecuencias».
Escrito tan solo en un párrafo, Joaquín de Bélgica, de 28 años, también ha asegurado que no pretendía ofender a nadie.
«Me gustaría disculparme por no haber respetado todas las medidas de cuarentena durante mi viaje. En estos momentos difíciles, no pretendía ofender ni faltar el respeto a nadie. Me arrepiento profundamente de mis actos y acepto las consecuencias. Joachim de Bélgica», escribe el miembro de la Familia real belga.
El príncipe viajó a Córdoba el pasado 24 de mayo sin saber que estaba contagiado por Covid-19. Dos días después, acudió a una fiesta junto a otras 27 personas a las que acabó infectando de coronavirus.
El municipio andaluz se encuentra en la fase 2, la cual limita el número de personas en una reunión privada a 15. La fiesta duplicó este límite y ha acabado con los 30 asistentes en cuarentena.
Se llama Joaquín y es el príncipe de Bélgica. Su pareja es la cordobesa Victoria Ortiz Martínez-Sagrera, familiar de grandes terratenientes cordobeses con una paguita de 952.338€ de subvención. Montaron una fiesta ilegal en una de sus fincas. Él ha dado positivo en coronavirus. pic.twitter.com/ZjJt6Rd2fg
— Fonsi Loaiza (@FonsiLoaiza) May 30, 2020
Ni de izquierdas ni de derechas, ni Cayetano ni Borja Mari, solo Joaquín de Bélgica buscando con prismáticos su sentido común. pic.twitter.com/n0YOzaWgxr
— Roberto Clash (@RobGarPal) May 30, 2020