La CUP ha llevado al Congreso de los Diputados una reforma legislativa proponiendo una triple derogación: la ley mordaza, la modificación del Código Penal del 2015 que redefinió los delitos de atentado y alteración del orden público, y la derogación del delito de sedición.
Pero ha sido el propio PSOE el que ha anunciado que no se tomará en consideración, a contrario que Unidas Podemos, que sí votará a favor. La diputada Mireia Vehí ha denunciado que estas tres herramientas han servido al Estado para gestionar «de forma autoritaria el orden público», catalogándolo de «criminalización del derecho a la protesta».
Montse Bassa, de ERC, ha señalado la «pasividad» del Gobierno, que «implica legitimar y mantener la represión y el autoritarismo», y es que sin el apoyo del PSOE la iniciativa caerá en saco roto, ya que Cs, VOX y PP votarán en contra.
La socialista Ana María Botella calificó esto de «ocurrencia» y ha defendido que «no es posible derogar una ley sin alternativa». Así, solo se instauraría una «ley de la selva».