El restaurante Casa María en Felgueras (Lena, Asturias) atendió a Pablo Iglesias y a Irene Montero mientras estaban de vacaciones en la localidad asturiana, un descanso que fue acortado por el acoso de la ultraderecha.
María Fernández, propietaria del local, ha tenido que escuchar frases como «aquí no vuelvo más después de dar de comer a esas ratas», algo que le produce una gran indignación: «Es lamentable que una familia con tres niños no tenga derecho a la privacidad aunque sean personajes públicos«. «Venían a desconectar y no han tenido derecho», ha lamentado.
Un detalle que muchos desconocen es que el vicepresidente y la ministra ni siquiera entraron en el restaurante: «Ellos aquí no vinieron, ni siquiera llegaron a entrar, vista la situación llena de fotógrafos, gente fuera… Nosotros les llevamos el encargo, vino Enrique (Santiago, ‘casero’ de la pareja estos días) a tomar un café y pagar la comida».
La dueña añade que no han tenido contacto directo con los dos políticos. «Nosotros no hemos hablado con ellos nunca; no querían incomodar y viendo lo que tenían encima prefirieron irse», afirma.
María asevera que es «apolítica» y recalca que a su casa «han venido los de Vox, gente del PSOE… aquí no se pide el carnet. Cada persona que sea del partido que quiera, pero yo vivo de dar de comer y es un negocio. Somos autónomos y llevamos 18 años aquí».
«Tendríamos que estar orgullosos de ver a un vicepresidente y una ministra en esta pequeña localidad. La imagen de ambos podía haber sido importante», comenta.
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