“Madrileño, vasco y andaluz por sangre y derecho”, así se definía en Twitter Fernando Dovio, alias @josekosek, un supuesto seguidor de Vox que se dedicaba a la actividad típica de uno, compartir noticias y mensajes de su ideología. Bulos sobre violencia de género e inmigración, mensajes racistas, o noticias sobre el ascenso de Vox.
«Fernando» aseguraba ser homosexual, pero decía sentir rechazo por la fiesta del orgullo, o que le parecía una falta de decoro que dos hombres se cogieran de la mano en público.


Pues resulta que, en realidad, @josekosek era una cuenta falsa, y la imagen utilizada por «Fernando Dovio» correspondía a Franky Cammarata, un modelo californiano con 189.000 seguidores en Instagram, que ha hecho campañas para marcas como Armani, editoriales para Vogue, y ha aparecido en el programa de Ellen Degeneres.
Twitter ha suspendido la cuenta de «Fernando Dovio», por incumplir sus normas de uso (como la suplantación de identidad). La red social ha introducido decenas de cambios para detectar y eliminar bots y cuentas de spam.
Este tipo de cuentas fueron protagonistas en la campaña presidencial de Estados Unidos. Según el New York Times, cientos de bots creados por Rusia compartían noticias y mensajes que extendían un ideario favorable a Donald Trump, para así influir en la opinión pública e inclinar la balanza.