La Audiencia Provincial de Jaén ha ordenado la puesta en libertad de los dos policías de Linares encarcelados hace un mes por dar una paliza a un hombre, Carlos Mendoza, y a su hija, el pasado 12 de febrero. La Sala ha estimado el recurso de su defensa y no ha establecido ninguna fianza, aunque les ha impuesto una orden de alejamiento respecto a las víctimas y deberán comparecer en el juzgado dos veces al mes.
La Fiscalía había pedido que los dos agentes siguiesen encarcelados, pero la Audiencia alega para rechazar esta pretensión que «la medida de prisión provisional no puede ser utilizada como pena anticipada, ni como respuesta a una situación de alarma social como la generada en el caso de autos en donde se produjo incluso un asedio a la sede judicial por una multitud de personas».
El auto estima que «tampoco cabe hablar de la ocultación, alteración o destrucción de las fuentes de prueba relevantes en base a la condición de funcionarios policiales de los investigados, pues en primer lugar existen multitud de grabaciones de los hechos aportadas a la causa, los testigos ya han declarado en instrucción y la mera condición de funcionarios policiales no es causa suficiente para hacer presumir que los investigados influirán en los aludidos testigos o alterarán otras fuentes de prueba».