Un niño gijonés de doce años ha fallecido en la madrugada del 1 de enero en la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias debido a un fallo severo inflamatorio semanas después de contagiarse de coronavirus.
El menor, sin patología previa conocida y deportista, ingresó el martes en el centro, y tras su repentino empeoramiento, fue trasladado a la UCI pediátrica e inducido a coma. El cuadro explosivo inflamatoria que sufría le afectó a los órganos vitales e hizo la situación irreversible.
Este fallo orgánico causado como complicación del COVID-19 en niños y adolescentes es infrecuente, pero ya ha dejado múltiples fallecidos en España. El menor fallecido comenzó a mostrar fiebre y una reacción en la piel horas antes de acudir al Hospital.