La industria militar en España, un negocio que mueve enormes cantidades de dinero, está protegida por un gran secretismo. Así, permanece en un estricto secreto el contenido de las reuniones en las que se otorgan licencias de venta de armamento, reguladas por la Junta Interministerial para el Comercio y Control del Material de Defensa y Tecnologías de Doble Uso (JIMMDU).
Una vez más, el Gobierno ha rechazado ofrecer información sobre la reciente venta de armas a Arabia Saudí e incluso se ha negado a esclarecer el acuerdo del Gobierno de Felipe González que decretó ese ocultismo, una petición que había realizado la organización Greenpeace amparándose en la Ley de Transparencia.
Esta situación se remonta al 13 de marzo de 1987, cuando el Consejo de Ministros liderado por Felipe González declaró secretas las actas de la JIMDDU, basándose en las competencias que le otorgaba la Ley de Secretos Oficiales de la dictadura franquista.
Entre 1985 y 1986, el Gobierno ya había establecido como reservados diez expedientes acerca de «compra de material militar». El 28 de noviembre de 1986, el Consejo de Ministros clasificó como secretos el «contenido de las conversaciones conducentes a la adopción de Acuerdos o Convenios Internacionales en materia de defensa o de carácter militar». De igual forma, se acordó el secreto sobre «la producción, adquisición, suministros y transportes de armamento, munición y material bélico».
En esa época, el Gobierno de Felipe González era el blanco de feroces críticas por autorizar la venta de armas a la dictadura de Augusto Pinochet en Chile.
Solo en agosto de 1986, cuatro años después de que el PSOE asumiera el mando del Ejecutivo, se prohibió la venta de armamento y munición a Chile. Hasta entonces, se hicieron millonarios negocios con esta dictadura latinoamericana.
«Chile es el país de América Latina que ha recibido mayor volumen de material bélico de origen español. Entre 1980 y 1987 ha recibido armamentos por un valor mínimo de 30.000 millones de pesetas», afirmó el investigador Vicenç Fisas en un trabajo publicado por el Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB).
