Felipe VI aparece como segundo beneficiario de la fundación Lucum, recientemente conocida por la donación que recibió en 2012 del rey de Arabia Saudí, Abdullah bin Adbul Aziz Al Saud, por valor de 100 millones de euros.
Según The Telegraph, la donación se realizó en una cuenta abierta en el banco privado Mirabaud a nombre de la Fundación Lucum. Aunque en un primer momento se hizo público que Juan Carlos I era el único beneficiario, en los estatutos de Lucum aparece su hijo como segundo beneficiario.
Dicho documento establece que el «segundo beneficiario de la fundación debe mantener durante su vida al resto de la Familia Real» y «satisfacer» cualquier «petición razonable» que pudieran hacerle su madre, hermanas e hijos.
El rey emérito creó la fundación radicada en Panamá el 31 de julio de 2008. En el primer mes de 2009 constan cuatro transferencias a España por un valor total de 800.000 euros bajo el concepto de «necesidades personales«.
La Fiscalía Anticorrupción se encuentra investigando las transferencias y el supuesto regalo del rey saudí, sospechando que pueden tener relación con las obras del AVE a La Meca.