La Casa Real ha emitido un contundente comunicado en el que informa de que el rey Felipe VI renuncia a la herencia que «personalmente le pudiera corresponder y a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona».
De igual forma, el rey Felipe VI ha decidido que su padre deje de recibir la asignación que tiene fijada en los Presupuestos de la Casa del Rey, que ascendía a 194.232 euros.
Este texto llega después de que se haya desvelado una cuenta en un banco privado a nombre de la fundación Lucum, cuyo segundo beneficiario después del rey emérito Juan Carlos I es el rey actual Felipe VI. Esta cuenta, desde la que recibió una donación del rey de Arabia Saudí de 100 millones de euros, está siendo investigada por las autoridades por una supuesta conexión con las obras del AVE a La Meca.
El rey Felipe VI ha explicado a través del comunicado que sobre la fundación Zagatka no tenía conocimiento, pero que supo de la fundación Lucum en marzo de 2019 y en abril escribió a su padre para decirle que «si fuera cierta su designación o la de la Princesa de Asturias como beneficiarios de la citada Fundación Lucum, dejara sin efecto tal designación, manifestando igualmente que no aceptaría participación o beneficio alguno en esa entidad».
Don Juan Carlos ha solicitado «que se haga público que de las dos fundaciones anteriormente citadas en ningún momento facilitó información a su hijo» y que ha contratado para su representación al abogado Javier Sánchez-Junco Mans «que, en el ejercicio del derecho a la defensa, será a partir de este momento quien proceda a dar cuenta públicamente de las informaciones que le puedan afectar».