Ocho integrantes de VOX de Extremadura han decidido abandonar el partido por considerarlo «antidemocrático, sin principios, anticonstitucional y que no se somete al Estado de Derecho», además de someter a los afiliados «a técnicas totalitarias, exentas de las mínimas garantías legales exigidas por la ley».
Entre la fuga de ultras se encuentran los actuales concejales de la formación en Badajoz, Alejandro Vélez, María Isabel Gragera, Antonio Pozo y José Andrés Gámez, y tres concejales más. Todos ellos pasarán a «no adscritos» en sus respectivos ayuntamientos.
Los fugados han mostrado una reciente Sentencia 035/2021 del Juzgado de Primera Instancia número 7 de Badajoz como ejemplo, en la que se condena a VOX declarando nula la resolución arbitraria del Comité Ejecutivo Nacional por la que se expulsaba a Alejandro Vélez del Partido.
«Esta condena, unida a la gravedad de los hechos que se exponen a continuación, motivan el abandono de esta formación política por nuestra parte», han agregado, para asegurar que VOX es un partido «antidemocrático» en el que la disciplina interna «es una apisonadora que se aplica de manera caprichosa por parte de la Secretaría General, sin respetar los derechos de los afiliados y sin garantías de contradicción o defensa».
«El objetivo es cortar de raíz cualquier iniciativa o manifestación que suponga libertad de expresión o acción por parte de los grupos municipales o asambleas legislativas», señalaron, asegurando que han sido objeto de técnicas «indecentes» como el intento de investigaciones personales mediante detectives privados con el objetivo de hacer público algún aspecto de la vida privada para anularlo políticamente.
Además, los ocho exintegrantes subrayan que VOX es un partido «sin principios» y que «engañan a los españoles apropiándose del Franquismo cuando les interesa electoralmente»: «lo hicieron en las elecciones de Andalucía. Mas tarde, en abril, renegaron de él, y por eso obtuvieron unos resultados mediocres».