La reciente polémica generada en la Conferencia de Presidentes —donde Isabel Díaz Ayuso abandonó la sala cuando el lehendakari Imanol Pradales comenzó a hablar en euskera— ha tenido hoy una réplica inesperada desde Bilbao. El periodista Gonzalo Miró, premiado por su trayectoria comunicativa en el acto organizado por la Fundación Ramón Rubial, ha aprovechado su intervención pública para marcar distancias con la actitud de la presidenta madrileña.
En su discurso, Miró lanzó un mensaje irónico pero directo:
“Me hubiera encantado poder agradecer estos dos minutos, que no sé si serán tantos, en euskera, sobre todo para que no penséis en el País Vasco que en Madrid somos todos igual de catetos”.
Una frase que no deja lugar a dudas: una crítica clara al gesto de Ayuso, que cumplió su amenaza de levantarse si algún presidente autonómico intervenía en una lengua cooficial. El lehendakari lo hizo, y Ayuso abandonó la reunión sin contemplaciones.
✊ Una postura distinta desde Madrid
Miró quiso dejar claro que no todos los madrileños comparten esa visión excluyente o despectiva hacia otras lenguas del Estado. Con su comentario, defendió el respeto y la pluralidad cultural, y desmontó la idea de que Madrid es un bloque homogéneo alineado con posturas como la de su presidenta autonómica.
🏆 Agradecimiento y compromiso profesional
Más allá de la crítica, el comunicador también dedicó parte de su discurso a agradecer el reconocimiento recibido.
“El mayor premio me lo da la gente en la calle, cuando personas que no tienen micrófonos ni cámaras me paran para decirme que piensan como yo, que siga, que no me rinda”, compartió emocionado.
Reconoció que hay momentos duros en los que uno se plantea si vale la pena seguir adelante, pero aseguró que gestos como este premio y el apoyo de la ciudadanía le animan a continuar:
“Pelear por el camino correcto, sabiendo que no estás solo, que hay profesionales y personas que te respaldan, te da fuerzas para seguir”.
Gonzalo Miró aprovechó así un acto institucional para enviar un mensaje contundente: Madrid también tiene voces que defienden la convivencia, la diversidad y el respeto a todas las lenguas del Estado.