Las medidas de confinamiento tomadas por el gobierno italiano están resultando poco efectivas. Dos semanas después del inicio de la cuarentena, el país transalpino lleva tres días consecutivos superando el récord en el número de fallecidos por el Covid-19, alcanzando 793 en solo 24 horas el pasado sábado.
Así las cosas, el primer ministro italiano Giuseppe Conte ha decidido restringir aún más los movimientos de los ciudadanos para evitar que se continúe expandiendo el virus. A partir de ahora, todas las actividades productivas no esenciales quedarán suspendidas hasta el 3 de abril, por el momento.
El propio Conte lo anunció ayer en un vídeo en directo de Facebook, donde también ha confirmado que la decisión la ha tomado junto a empresarios y sindicatos. Solo seguirán funcionando las factorías y actividades que se ocupen de sectores esenciales como la logística, transportes, fármacos, energía, sanidad o la agroindustria.
«Ralentizamos el motor productivo del país, pero no lo detenemos”, ha asegurado Conte, que se ha referido a esta crisis sanitaria como “la situación más difícil desde la posguerra de la II Guerra Mundial«.
