Santiago Rabuñal, vecino de Oleiros de 65 años, ha sido víctima de una paliza por parte de uns jóvenes que fumaban en la entrada de un portal, sin mascarilla, tras pedirles que se pusieran el tapabocas o sino los denunciaría.
Tras la advertencia, uno de los jóvenes del grupo le pegó un puñetazo en el ojo. Cuando el hombre fue a coger el teléfono para llamar a la Policía, otro de los jóvenes le asestó un puñetazo en el otro ojo, dejándoles con hemorragias y hematomas.
Santiago finalmente presentó la denuncia en la Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña, y calcula que ambos agresores tendrían entre 18 y 20 años, aunque siguen sin aparecer.
La víctima explica a La Voz de Galicia que es una persona de especial riesgo ante el COVID-19, ya que superó un cáncer. Además, fue testigo de cómo la camarera de un bar auxiliaba a sus dos agresores, dándole cobijo en su bar para evitar que Santiago los fotografiara.
«Los agresores están en paradero desconocido gracias a la protección que tuvieron», explica su yerno al mismo medio. «Es ruin pegar a un señor de 65 años. Más aún si lo hacen dos chavalotes, aunque uno pusiera fin a los golpes», agrega.