El rey emérito Juan Carlos I trató de parar el caso de las tarjetas opacas en cuanto tuvo conocimiento de que la Fiscalía le estaba investigando. Así, comenzó a devolver mediante transferencias bancarias parte del dinero que había recibido del empresario Allen Sanginés-Krause, según revela ‘El Confidencial’.
El Borbón realizó esas transferencias a una cuenta de Ibercaja que tanto él como las infantas Elena y Cristina y sus nietos Froilán y Victoria Federica utilizaron para gastos personales entre 2015 y 2018.
Juan Carlos I decidió comenzar a devolver el dinero después de que uno de sus presuntos testaferros, el coronel retirado del Ejército del Aire Nicolás Murga, titular de esa cuenta de Ibercaja, declarara ante la Fiscalía.