La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra juzgará este miércoles a un guardia civil que ha sido acusado de un delito de detención ilegal por funcionario público después de que arrestara a una camarera de una gasolinera, con la que mantuvo una discusión porque el café no le gustó. Se enfrenta a una multa de 2.160 euros y a una inhabilitación de nueve años, así como una indemnización a la víctima de 1.000 euros por daño moral.
Los hechos se remontan al 27 de julio de 2019. El acusado actuaba como mando de la unidad y llegó sobre las 22.30 horas con su compañero a la estación de servicio de Acciona en la A-12, en el término de Legarda. En el bar del lugar pidieron dos cafés. Según la Fiscalía, «al no ser de su agrado el café, discutió con la camarera y encargada, que estaba atendiendo al resto de clientes».
El agente pidió la hoja de reclamaciones, entrando en una discusión con ella para que se la entregase inmediatamente. El acusado pensó que la hoja que le dieron no era la correspondiente y le exigió el DNI, a lo que la mujer le mostró el permiso de conducir. El guardia civil insistió en que la hoja no era la correcta y no le fue suficiente con la identificación con el carnet.
La camarera continuó trabajando, pero el acusado la llamó, la instó a salir al exterior y «con abuso de autoridad, diciéndole que estaba faltando al respeto, procedió a detenerla sobre las 22.45 horas y a meterla en el coche patrulla». La trasladó al cuartel de Puente la Reina, esposada y en calidad de detenida». Permaneció arrestada hasta las 2.00 horas, cuando se le tomó declaración y quedó en libertad. Como consecuencia de los hechos, la víctima sufrió ansiedad.
El asunto intentó solucionarse durante la instrucción de la causa con un procedimiento de mediación penal, pero fracasó, por lo que llega a juicio. Por el momento, se descarta cualquier posibilidad de acuerdo, ya que el agente, en caso de ser condenado, quedaría inhabilitado para cualquier trabajo similar durante varios años.